Social

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Clase alta

 El desarrollo económico, la educación y sus consecuentes beneficios, no fueron iguales en las distintas capas de la sociedad, a pesar de los esfuerzos encaminados para ello, principalmente a causas de poderes fácticos que lo impedían, incrementando el descontento social; aunando a ello los salarios reducidos, así como las largas jornadas de trabajo, los maltratos por parte de los patrones a los obreros y peones, la sujeción de los campesinos a las haciendas mediante deudas impagables a las tiendas de raya, la desigualdad en los derechos y las vejaciones que sufría la población en general, provocaron el surgimiento de movimientos campesinos y obreros armados, que si bien en un principio fueron sofocados, fueron la simiente de la revolución que posteriormente surgió, encabezada en un principio por Ignacio I. Madero y varios jefes militares, obreros y campesinos, bajo el lema de “sufragio efectivo y no reelección” que acuñara el mismo Porfirio Díaz décadas antes, iniciando así una lucha que durará hasta la década de los años veinte en algunas zonas del país y provocando la muerte de casi un millón de seres humanos, en una época en que el país tenía 15,2 millones de habitantes.

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